La historia argentina del “1” que espera el Pincha

“Con lo que costaron el partido de hoy y el partido me imagino que le pondrán Pedro Pablo...”. La frase, contó alguna vez Fernando Muslera, las dijo el médico que trabajó en el parto en un hospital de Buenos Aires, en donde nació el 16 de junio de 1986, el mismo día que la Selección de Carlos Bilardo derrtó 1-0 a Uruguay en el Mundial de México 1986.

Sus padres, uruguayos, lo miraron y sonrieron pero no profundizaron en ese detalle que acababa de suceder. Le dieron la mano y a los pocos meses ya estaban de regreso en Montevideo. En Argentina fue anotado en el Registro con el nombre de Fernando, por la iración que tenía su mamá por Fernando Morena ídolo total de Peñarol.

“Con todo respeto, mi pasaporte dice nacionalidad argentina, pero mi sentimiento es ciento por ciento uruguayo”, dijo en una nota que publicó la FIFA.

Muslera se formó en Montevideo Wanderers, en donde debutó, y un fugaz paso por Nacional. De joven se fue a Europa: primero a la Lazio y luego al Galatasaray de Turquía, club en el que atajó 554 partidos en 14 años. Increíble.

Ese es el arquero elegido por Estudiantes, cuyos dirigentes ya tienen un acuerdo de palabra con sus representantes, amigos de toda la vida. Se arregló un contrato por 18 meses con un sueldo razonable pero superior al que le dejaron arriba de la mesa en Peñarol, el club uruguayo que del mismo modo lo quiere. Es más, lo desea y jugó fuerte.

Pero más allá que todavía no hay nada firmado, en Estudiantes creen que el arquero terminará aceptando y cumpliendo con su palabra. En más, a finales de la próxima semana llegaría a La Plata luego de pasar unos días de vacaciones con su familia en su país.

El miércoles por la noche llegó a Punta del Este en un vuelo chárter desde Buenos Aires, el destino desde Estambul. Al llegar un grupo de periodistas lo esperaba en el aeropuerto y el arquero aceptó responder un par de preguntas.

Dijo que no está muy al tanto de la situación pero que sabe del interés de Manya y de equipos de Argentina y Brasi. “Voy a charlar con mis representantes para ver qué caminos tomar”.

Eso sí, aseguró que con él nadie de Peñarol se comunicó y ese es la principal ventaja que tiene el Pincha, que desde hace semanas está trabajando en la seducción para que juegue de este lado del Charco.

“Siempre dije que mi deseo era terminar mi carrera cerca de Uruguay”, deslizó ayer en la frase que más lo acerca a Estudiantes. La semana que viene cumplirá 39 años, el mismo día que en 1986 Argentina derrotaba a Uruguay por el Mundial de Médico.

El plantel albirrojo se reencontrará dos días después en el Country para iniciar la pretemporada y para el fin de semana siguiente se sumaría el arquero que quiere la secretaría técnica.

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