Ciber estafa millonaria a un juez de Quilmes

Una exhaustiva investigación llevada a cabo por la Unidad Fiscal N° 1 del Departamento Judicial Quilmes, especializada en delitos de defraudaciones, estafas y extorsión en entornos digitales, ha permitido identificar al presunto líder de una organización dedicada a estafas virtuales. Sorprendentemente, el individuo operaba desde la misma unidad penitenciaria donde cumple condena por un intento de homicidio calificado por el vínculo en perjuicio de una expareja. El hecho más reciente en el que se le vincula tuvo como víctima a un magistrado de Quilmes, lográndose recuperar parte del cuantioso monto robado.

La denuncia se realizó en agosto de 2024, cuando un juez de Quilmes sufrió el “hackeo” de su cuenta de WhatsApp. Una vez que los ciberdelincuentes tomaron el control de su dispositivo, comenzaron a enviar mensajes a sus os simulando una “venta de dólares”. Una de las víctimas accedió a la petición del estafador y transfirió la suma de 33 millones de pesos a una billetera virtual a nombre de una mujer, cuya identidad era desconocida en ese momento. Horas después, la nueva víctima solicitó la entrega personal de las divisas, momento en el que se percató del engaño.

Tras el inicio de la investigación, a cargo del fiscal Ariel Rivas y el ayudante fiscal Leandro Montejo, se logró incautar 22 millones de pesos. El dinero restante fue distribuido en un complejo entramado de más de 45 transferencias a diversas cuentas identificadas como “mulas”. La ardua investigación incluyó requerir información a billeteras virtuales radicadas tanto en Argentina como en el exterior, así como el allanamiento de la vivienda de la principal beneficiaria. En este último operativo, se secuestró su celular, el cual contenía el minucioso plan pergeñado por un hombre. De este sujeto se contaba con su número telefónico, un chat de WhatsApp y su fotografía de perfil.

Para avanzar en la identificación, se solicitó la colaboración del equipo a cargo del SIMP IBIO —Sistema de Identificación Multibiométrica—, dependiente del Departamento de Ciberdelitos y Tecnologías Aplicadas del Ministerio Público de la provincia de Buenos Aires. Este sistema permitió establecer similitudes en los rasgos faciales del sospechoso. Posteriormente, la división de CiberCrimen AMBA SUR-PBA, con sede en Florencio Varela, se hizo presente en la unidad penitenciaria de Magdalena. Allí, obtuvieron fotografías de los tatuajes y el rostro del sindicado, lo que finalmente permitió identificar fehacientemente al líder de la organización criminal. Por estas horas, la investigación continúa en curso, con pericias sobre el celular del delincuente y la formalización de su detención por este nuevo delito.